El surfista entre las dunas

A Sexual Fantasy

— By Jenifer Desert

Decido ir a vivir en una isla. Era el 2004. Deseaba vivir en una isla alejada de la sociedad caótica, una isla difícil, donde la naturaleza mandaba y no el ser humano. Una isla de viento, una isla con una naturaleza potente, con el océano, una isla con un carácter fuerte, una isla con olas, una isla de surfistas.

Me hablaron de Lanzarote. Correspondía a mi idea: volcanes, arena negra, viento, naturaleza extrema.

Solo había un vuelo desde Bologna una vez por semana. Llego al aeropuerto y no tenía ni idea de donde iba a dormir aquella noche, ni a vivir el resto de mi tiempo ahí, que no sabía cuánto iba a ser. Había preguntado a amigos de amigos que me recomendaron Famara, un pueblo de surfistas alejado del resto de la isla y lleno de guapos surfistas. Un pueblo tranquilo. Al aeropuerto vi un par de chicos y les pregunté cómo llegar al pueblo de Famara y en que hostal me recomendaban quedarme. Se pusieron a reír y me explicaron que no había manera de llegar desde el aeropuerto, ni existían hostales en Famara, ni hoteles. Me ofrecen ir con ellos y quedarme en su casa por un mes hasta que encontrara algo. Me pareció estupendo y acepté.

Llegamos a Famara por la noche, no había ni una luz, sentía solamente el ruido del océano y del viento tan potente que parecían gritos de un espíritu espantoso.

Por la mañana siguiente me despierto, intento salir pero el viento me cerraba la puerta, yo la abría y el viento me la cerraba. Por la ventana me di cuenta de que el viento era muy fuerte, y que había una tormenta de arena y el océano estaba muy movido. No había nadie por la calle. Parecía un pueblo western abandonado al lado de un océano impetuoso. Era difícil también ver por las ventanas porque la arena había cubiertos los vidrios. No me quedaba otra que esperar.

Después de dos días, pude salir de casa. Hacia frio y llevaba una chaqueta impermeable.

Me pasaron el contacto de una chica que era una amiga de una amiga que me dió cita en frente de una escuela de surf para ir a dar una vuelta a la isla con su furgoneta.

Me puse ahí en frente esperándola y de repente llega un chico guapísimo, alto, rubio, con un cuerpo increíble, un surfista.

Me pregunta: “¿Hola, que haces?” y yo: “Espero a una amiga”, “ Eres nueva de aquí?”, “Si” “ Y no conoces la isla?”, “No, acabo de llegar pero no pude salir de casa por la tormenta”. “ Y dónde vives?” “Ahí en la casa en frente”.

Llega mi amiga, me despido y me voy.

Vuelvo a las siete de la tarde y se había despejado, no hacia tanto frio como antes.

Había dado una pequeña vuelta a la isla y mi amiga me dejó en frente de mi casa.

Voy para subir a mi piso y mientras me acerco a la puerta, sale de un coche un tío, era el surfista.

Me estaba esperando. Me dijo: “Hola, he pensado que ibas a volver sobre esta hora y visto que trabajo en la escuela de surf he pensado esperarte”. Yo me quedé bastante sorprendida y me quedé sin palabras porque era realmente guapísimo.

Me dijo: “Has conocido la playa de San Juan?”, y yo: “ No, no he estado por ahí hoy”. “Si quieres te llevo”, y yo: “Si, vale, porque no”. Y subí en el coche.

No sabía muy bien lo que estaba haciendo pero el tío me dió buena vibra y la verdad es que no sé resistirme a un guapo.

Llegamos a la playa, salimos del coche y veo que coge unas toallas. Pienso: “ y las toallas son para qué?” pero no digo nada.

Va directo hacia una duna, extiende la toalla dentro de una casita hecha por piedras volcánicas negras, como se usa mucho en la isla para protegerse del viento y poderse relajar al sol.

Me dice: “siéntate y relájate”, y yo que pensaba que quería fumar un porro o hablar, lo hice. Luego me pregunta:” Quieres un masaje? Si llegas directa de la ciudad, te hará falta” Y yo ingenuamente pienso: pues si, es verdad. Y me tumbo boca abajo, como él me dijo.

Empieza a quitarme la ropa: mi chaqueta, y los pantalones. Me quedo con una t-shirt y las bragas del bañador de abajo. Me hice quitar la ropa, en aquel momento no pensaba en nada, solo quería disfrutar del momento y de lo que estaba pasando sin hacerme demasiadas preguntas.

Empieza a masajearme las piernas, suavemente pero de manera intensa. Me estaba relajando. Luego me quita la camiseta, no tenía nada más y empieza a masajearme la espalda. Yo siento su tacto y empiezo a sentirme excitada. Llega a los glúteos que toca de manera muy intensa, tocándolos prepotentemente y tocándolos fuerte. Yo me estaba poniendo muy cachonda y en aquel momento solo deseaba que siguiera y que empezara a follarme duramente y pasionalmente. Me masajea las nalgas, y empieza a poner los dedos en mi vagina, masturbándome el clítoris y luego poniendo los dedos adentro. Yo estaba gozando y estaba mojadisima. Sigue haciéndolo y haciéndolo, mi respiro se estaba haciendo ruidoso, estaba cada vez más excitada. Me quita las bragas del bikini, me levanta las nalgas, me levanta las piernas y empieza a limarme el coño desde arriba. Detrás el ruido del océano y del viento. Hacia frio, creo, pero no importaba, yo estaba completamente denuda. No sabía dónde estábamos, si pasaba gente, pero me daba totalmente igual, a lo contrario, todo me excitaba más y más.

Limaba de manera excelente, las lengua dura y suave a la vez, y mis suspiros se hacían cada vez más y más, sentía que me estaba subiendo un calor desde adentro, empecé a sudar, a percibir que mi cuerpo estaba por explotar de placer, cada más, más y más intenso, se estaba acercando el momento hasta que tuve un orgasmo y grité de placer. El me da la vuelta, me acerca su polla y yo lo único que quería en aquel momento era chupársela, me encanta chupar pollas, y quería hacerlo bien, lo mejor que podía, con la lengua, con la mano y recambiando el placer que él me había dado. Se la chupé como yo sé que soy capaz de hacer muy bien, el gozaba y gozaba, y más gozaba y más lo hacía y yo gozaba también, la lengua hacia el el culo, las manos tocaba sus pelotas, que yo me ponía en la boca también mientras le masturbaba la pòlla, y luego la chupaba y la chupaba hasta que me di cuenta de que no podía mas, quería metérmela, no quería esperar mas, y me cogió de rodilla y por detrás y me la metió adentro. Estábamos desnudos, en una duna, al lado del océano, en el medio de un desierto, con los volcanes a nuestro alrededor, y nada mas.

El placer nos estaba invadiendo, yo estaba en trance, no entendía nada, solo me dejaba llevar por el placer intenso e inmenso. Gritábamos de placer, yo le digo jadeando, después de un buen rato que quiero ponerme arriba, para poder tener otro orgasmo, el vaginal.

Le subo arriba, me chupa las tetas, yo quiero chuparle una vez más la polla para que la tenga más y más dura y lista para entrar en mi cueva de placer. Le limo todo el pecho subiendo, le chupo los pezones y le subo arriba, y me la pongo dentro.

Me invadió una polla de placer, su polla estaba dura y recta, y la sentía toda y gozo de placer. Me dejo llevar hasta tener un orgasmo y gritar al aire y al viento de esa isla increíble.

El me avisa que estaba por correrse, y me quita de encima suyo y se la quiero chupar hasta tragarme su semen, como regalo de su fantástica bienvenida.

Cuando acaba nos tumbamos desnudos y felizmente agotados mirando el ciel, y nos reímos muchísimo. No sabía cuanto tiempo había pasado.

Me pregunta: “ Te gustó la sorpresa?” y yo” Wow, la mejor bienvenida a la isla”

De hecho fueron seis meses de puro e increíble sexo fue como un bautizo a lo que iba a venir.

Nos vestimos y me llevó a casa.

Nunca más follé con él, ni lo vi, pero fue la mejor bienvenida que podía imaginarme.

I decide to live on an island. It was 2004. I wanted to live on an island far from chaotic society, a difficult island, where nature ruled and not the human being. An island of wind, an island with a powerful nature, with the ocean, an island with a strong character, an island with waves, an island of surfers.

They told me about Lanzarote. It corresponded to my idea: volcanoes, black sand, wind, extreme nature.

There was only one flight from Bologna once a week. I arrive at the airport and I had no idea where I was going to sleep that night, nor to live the rest of my time there, that I didn't know how much it was going to be. I had asked friends of friends who recommended Famara, a surf town far from the rest of the island and full of handsome surfers. A quiet town At the airport I saw a couple of guys and asked them how to get to the town of Famara and in which hostel they recommended me to stay. They laughed and explained to me that there was no way to get from the airport, there were no hostels in Famara, or hotels. They offer me to go with them and stay at home for a month until I find something. I thought it was great and I accepted.

We arrived at Famara at night, there was not a light, I only felt the noise of the ocean and the wind so powerful that they looked like screams of a frightening spirit.

The next morning I wake up, I try to get out but the wind closed my door, I opened it and the wind closed it. Through the window I realized that the wind was very strong, and that there was a sandstorm and the ocean was very moved. There was no one down the street. It looked like an abandoned western town next to an impetuous ocean. It was also difficult to see through the windows because the sand had covered the glass. I had no choice but to wait.

After two days, I was able to leave home. It was cold and wearing a waterproof jacket.

I was contacted by a girl who was a friend of a friend who gave me an appointment in front of a surf school to go around the island with her van.

I stood there waiting for her and suddenly a beautiful, tall, blond boy arrives, with an incredible body, a surfer.

He asks me: “Hello, what are you doing?” And I: “I wait for a friend”, “Are you new from here?”, “Yes” “And you don't know the island?”, “No, I just arrived but I couldn't leave home because of the storm ”. "And where do you live?" "There in the house in front."

My friend arrives, I say goodbye and I leave.

I return at seven in the afternoon and it had cleared, not as cold as before.

I had taken a little tour of the island and my friend left me in front of my house.

I go to my apartment and as I approach the door, a guy gets out of a car, he was the surfer.

I was waiting. He told me: "Hi, I thought you were going to come back at this time and seeing that I work at the surf school I have thought to wait for you". I was quite surprised and I was speechless because I was really beautiful.

He said: "Have you known the beach of San Juan?", And I: "No, I have not been around today." "If you want, I'll take you," and I: "Yes, okay, why not." And I got in the car.

I didn't know very well what I was doing but the guy gave me a good vibe and the truth is that I don't know how to resist a handsome man.

We arrived at the beach, we got out of the car and I see that he takes some towels. I think: "and the towels are for what?" But I say nothing.

It goes straight to a dune, spreads the towel inside a small house made of black volcanic stones, as it is widely used on the island to protect itself from the wind and relax in the sun.

He tells me: "Sit back and relax," and I thought I wanted to smoke a joint or talk, I did it. Then he asks me: “Do you want a massage? If you arrive directly from the city, you will need it ”And I naively think: well yes, it is true. And I lay on my stomach, as he told me.

Start taking off my clothes: my jacket, and my pants. I keep a t-shirt and the bottom swimsuit panties. I made myself take off my clothes, at that time I didn't think about anything, I just wanted to enjoy the moment and what was going on without asking myself too many questions.

Start massaging my legs, gently but intensely. I was relaxing. Then he takes off my shirt, I had nothing else and starts to massage my back. I feel his touch and I begin to feel excited. He reaches the buttocks he touches very intensely, touching them arrogantly and touching them loudly. I was getting very horny and at that moment I just wanted him to continue and start fucking me hard and passionately. I massage my buttocks, and start putting my fingers in my vagina, masturbating my clitoris and then putting my fingers inside. I was enjoying and very wet. Keep doing it and doing it, my breathing was getting loud, I was getting more excited. He takes off my bikini panties, lifts my buttocks, lifts my legs and starts filing my pussy from above. Behind the noise of the ocean and the wind. It was cold, I think, but it didn't matter.

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