Canción de la Mañana

A Sexual Fantasy

— By Becka

Me desperté, y lo único que recordaba era el sabor de sus fluidos en mis labios. Aquella noche fue muy extraña, hacia como seis años que no nos veíamos, pero eso no impidió que el deseo de unir nuestros cuerpos salvaje mente se cumpliera. Me encontraba en su habitación, la cual se encontraba algo ya destrozada antes de empezar. La oscuridad nos dio el paso a lo que iba a ocurrir, medias arrancadas, mordiscos en el cuerpo, y sus manos delgadas pero fuertes inmovilizando mi ser. Hacía meses que no sentía este placer, su sudor recorría mi frente, sus manos me apretaban más y más y mis pensamientos se alejaban de la cordura. Al meter su polla en mi, supe que estaba en el lugar correcto, sus embestidas eran fuertes pero lentas, me quedaba sin respiración, pero podría morir en ese preciso instante, llevándome la sensación de haber vivido de más. Llegó, pero mi deseo iba más allá y no podía terminar esa noche sin probar a que sabia realmente la pasión, me la metí en la boca lentamente mientras mi lengua hacía el resto, sus gemidos eran música para mis oídos y desde ese momento es la canción que escucho todas las mañanas.

I woke up and all I remembered was the taste of his fluids on my lips. That night was very strange, about six years since we'd seen each other, but that didn't stop the desire to unite our minds and bodies savagely and completely. I was in his room, which was already a mess before it started. The darkness gave way to what was going to happen, ripped tights, bites all over the body, and his thin but strong hands immobilizing my being. For months I hadn't felt pleasure like this His sweat was running down my forehead, his hands were squeezing me more and more and my thoughts were far from sane. When I put his cock inside me, I knew he was in the right place. His thrusts were strong but slow, I couldn't breathe, but I could die at that precise moment, with the feeling of having lived too much. He came, but my desire went further and I couldn't finish that night without proving that I really knew passion, I put him in my mouth slowly while my tongue did the rest. His moans were music to my ears and from that moment on, his is the song that I listen to every morning.

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